lunes, 16 de febrero de 2009
Procesión Extraordinaria del Cristo de la Cama
Crónica de la Procesión Extraordinaria del Cristo de la Cama de Zaragoza
El sábado se iniciaron los actos conmemorativos del 200º aniversario del rescate del Cristo de la Cama, consistente en el traslado de la Imagen desde la Iglesia de Santa Isabel de Portugal a la Basílica del Pilar. El rescate se produjo el 17 de febrero de 1809 del Convento de San Francisco, lo que actualmente es la Diputación Provincial. El día 10 los franceses volaron el Convento, que era defendido por unos cuantos aragoneses y por los voluntarios de Valencia. El día 17, María Blánquez entro en el convento y vio que todos los pasos que procesionan en Semana santa, quince en total, estaban destruidos, salvo el Santísimo Cristo de la Cama, que estaba indemne en su Capilla de la Hermandad. Salió a la calle, cogió a cuatro hombres, volvió a entrar al convento y todos ellos cogieron al Cristo de la Cama. Lo llevaron primero a la parroquia de la santa Cruz, después a la de Santiago y finalmente al Palacio Arzobispal, lugar en donde vivía el general Palafox, que enfermo lo veneró y ordenó fuera llevado al interior de la Basílica del Pilar, siendo colocado en el Altar de los Convertido, mirando a su Madre, la Virgen del Pilar.
Con puntualidad, a las seis de la tarde, se oyeron las primeras salvas a cargo de los Artilleros de Aragón. En una abarrotada Plaza del Justicia, se abren las puertas de San Cayetano y comienza la Procesión con la salida de la Bandera de la Hermandad de la Sangre de Cristo, encontrándose el resto de participantes en la plaza. Seguidamente salió el Cristo de la Cama, portado a hombros con un toque preparado para la ocasión por la Sección de Tambores de la Hermandad de San Joaquín y Virgen de los Dolores. Una vez en la plaza sonó el Himno Nacional interpretado desde el órgano de la Iglesia, que con su gran acústica, se oyó perfectamente en la plaza y en el primer tramo de la calle Manifestación. Finalizado el himno, se descubrió una placa en cerámica de Muel, y la Banda de Música estrenó por primera vez en la calle la Marcha al Cristo de la Cama, cuyo autor es don Abel Moreno. Finalizado este acto, dio comienzo el desfile.
Abría el cortejo la Policía Local de gala a caballo, precediendo a la Bandera de la Hermandad custodiada por varios hermanos. En este cabeza de procesión la música corría a cargo de la Banda de Guerra de la Brigada de Caballería Castillejos II, sones que recordaban el antiguo estilo militar de cornetas y tambores que recorrían la ciudad antes de que se apoderara de la ciudad el tambor y bombo. Los Artilleros de Aragón dieron paso al Batallón Pardos de Aragón, tras los cuales pasaron las representaciones de los Ayuntamientos invitados (Alcañiz, Barbastro, Calatayud, Cariñena, Chelva, Huesca, Jaca, Monzón y Valencia). La Asociación Cultural Royo del Rabal y la Asociación Cultural Los Sitios pusieron los personajes históricos de época. Siguieron las representaciones de la Real e Ilustre Congregación de Nuestra Señora de la Soledad de Madrid, la Hermandad de San Juan de la Peña, la Hermandad del Santo Refugio, la Cofradía del Santo Sepulcro y la Real Maestranza de Caballería. Los Voluntarios de Aragón sirvieron de escolta a los Hermanos Mayores de todas las Cofradías Zaragozanas, unos de traje y otros de hábito tras los que iba el paso. El paso hecho ex profeso para este caso, fue portado por 28 personas entre hermanos de la sangre y otros cofrades zaragozanos que se iban turnando. El paso fue acompañado por un piquete de diez instrumentos de la cofradía de la Institución de la Sagrada Eucaristía, sin los distintivos propios de la Cofradía. La presidencia, junto con el Hermano Mayor de la Sangre destacó la presencia de la presidenta del PP en Aragón, Luisa Fernanda Rudi. Por el contrario el alcalde y el presidente de la diputación se excusaron y mandaron otros representantes a pesar de la importancia del acto y de la acogida popular que tuvo.
Cerrando el cortejo se encontraban las autoridades militares, entre los que cabe destacar la presencia del Comandante Militar de Zaragoza, General Juan Pinto, y la Banda Música de la Academia General Militar, que interpreto una buena cruceta de marchas clásicas como Corpus Christie, La Madrugá, Mater Mea…
El cortejo se encaminó por la calles Manifestación, Alfonso y Coso, que como todo el recorrido se encontraban con una gran cantidad de público, hasta la Plaza de España en donde se realizó el segundo acto del desfile. Este consistió en depositar dos coronas de laurel. La primera en la placa que recuerda al Convento de San Francisco y la segunda en el monumento a los Mártires. Durante este acto sonó en la plaza el Carillón de la Diputación Provincial tocando la marcha de los Sitios. La Procesión continuó por calle don Jaime, Mayor, Dormer, Cisne y calle Cuellar hasta la Plaza de la Seo.
En la plaza de la Seo se realizó el último acto consistente en una breve alocución del General Pinto, Comandante Militar de Zaragoza y Teruel, en recuerdo y homenaje del General Palafox.
Al llegar a la Plaza del Pilar se lanzaron unas salvas mientras la banda de música tocó de nuevo la marcha que se estrenaba y con los sones del himno nacional terminó el acto alrededor de las ocho y media, con la entrada del Cristo de la Cama en la Basílica, en donde permanecerá hasta el miércoles 25 de febrero.
Con puntualidad, a las seis de la tarde, se oyeron las primeras salvas a cargo de los Artilleros de Aragón. En una abarrotada Plaza del Justicia, se abren las puertas de San Cayetano y comienza la Procesión con la salida de la Bandera de la Hermandad de la Sangre de Cristo, encontrándose el resto de participantes en la plaza. Seguidamente salió el Cristo de la Cama, portado a hombros con un toque preparado para la ocasión por la Sección de Tambores de la Hermandad de San Joaquín y Virgen de los Dolores. Una vez en la plaza sonó el Himno Nacional interpretado desde el órgano de la Iglesia, que con su gran acústica, se oyó perfectamente en la plaza y en el primer tramo de la calle Manifestación. Finalizado el himno, se descubrió una placa en cerámica de Muel, y la Banda de Música estrenó por primera vez en la calle la Marcha al Cristo de la Cama, cuyo autor es don Abel Moreno. Finalizado este acto, dio comienzo el desfile.
Abría el cortejo la Policía Local de gala a caballo, precediendo a la Bandera de la Hermandad custodiada por varios hermanos. En este cabeza de procesión la música corría a cargo de la Banda de Guerra de la Brigada de Caballería Castillejos II, sones que recordaban el antiguo estilo militar de cornetas y tambores que recorrían la ciudad antes de que se apoderara de la ciudad el tambor y bombo. Los Artilleros de Aragón dieron paso al Batallón Pardos de Aragón, tras los cuales pasaron las representaciones de los Ayuntamientos invitados (Alcañiz, Barbastro, Calatayud, Cariñena, Chelva, Huesca, Jaca, Monzón y Valencia). La Asociación Cultural Royo del Rabal y la Asociación Cultural Los Sitios pusieron los personajes históricos de época. Siguieron las representaciones de la Real e Ilustre Congregación de Nuestra Señora de la Soledad de Madrid, la Hermandad de San Juan de la Peña, la Hermandad del Santo Refugio, la Cofradía del Santo Sepulcro y la Real Maestranza de Caballería. Los Voluntarios de Aragón sirvieron de escolta a los Hermanos Mayores de todas las Cofradías Zaragozanas, unos de traje y otros de hábito tras los que iba el paso. El paso hecho ex profeso para este caso, fue portado por 28 personas entre hermanos de la sangre y otros cofrades zaragozanos que se iban turnando. El paso fue acompañado por un piquete de diez instrumentos de la cofradía de la Institución de la Sagrada Eucaristía, sin los distintivos propios de la Cofradía. La presidencia, junto con el Hermano Mayor de la Sangre destacó la presencia de la presidenta del PP en Aragón, Luisa Fernanda Rudi. Por el contrario el alcalde y el presidente de la diputación se excusaron y mandaron otros representantes a pesar de la importancia del acto y de la acogida popular que tuvo.
Cerrando el cortejo se encontraban las autoridades militares, entre los que cabe destacar la presencia del Comandante Militar de Zaragoza, General Juan Pinto, y la Banda Música de la Academia General Militar, que interpreto una buena cruceta de marchas clásicas como Corpus Christie, La Madrugá, Mater Mea…
El cortejo se encaminó por la calles Manifestación, Alfonso y Coso, que como todo el recorrido se encontraban con una gran cantidad de público, hasta la Plaza de España en donde se realizó el segundo acto del desfile. Este consistió en depositar dos coronas de laurel. La primera en la placa que recuerda al Convento de San Francisco y la segunda en el monumento a los Mártires. Durante este acto sonó en la plaza el Carillón de la Diputación Provincial tocando la marcha de los Sitios. La Procesión continuó por calle don Jaime, Mayor, Dormer, Cisne y calle Cuellar hasta la Plaza de la Seo.
En la plaza de la Seo se realizó el último acto consistente en una breve alocución del General Pinto, Comandante Militar de Zaragoza y Teruel, en recuerdo y homenaje del General Palafox.
Al llegar a la Plaza del Pilar se lanzaron unas salvas mientras la banda de música tocó de nuevo la marcha que se estrenaba y con los sones del himno nacional terminó el acto alrededor de las ocho y media, con la entrada del Cristo de la Cama en la Basílica, en donde permanecerá hasta el miércoles 25 de febrero.
Galería de la Procesión del Cristo de la Cama
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