martes, 11 de mayo de 2010

Carta Pastoral del Obispo de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño.


Hoy, Víspera de la Festividad de Santo Domingo de la Calzada, comienza la recta final de los actos en honor al Santo Abuelito. Esta misma mañana, como manda la tradición, ha tenido lugar la Procesión del Pan del Santo y del Peregrino. Por la tarde la popular Procesión de la Rueda recordará que, a pesar de ser más conocido el Milagro del Gallo y la Gallina, son muchos más los que se atribuyen a éste Santo. Una vez llegada la Rueda a la Catedral, el culmen de la emotividad de los Calceatenses es la interpretación del Resuene, himno dedicado al Santo.La jornada concluirá con las Solemnes Vísperas y el posterior reparto de la cebolleta y el picado de acelga en la Casa del Santo.
En la jornada grande de las fiestas a las 6 de la mañana, en la Casa de la Cofradía del Santo, Misa, Bendición y reparto del almuerzo del santo, recordando la propia figura de Santo Domingo y de su Cofradía, donde el fin principal es la Caridad y la Hospitalidad, sobre todo con los Peregrinos. A las 11 en la S.I. Catedral, solemne Misa Pontifical, presidida por el Nuncio de su Santidad en España, Monseñor Renzo Fratini, que servira de Clausura al Año Jubilar que venimos celebrando por el Noveno Centenario de la muerte del Santo. A continuación a las 12:30, Procesión del Santo, presidida por Autoridades Nacionales, Regionales y Locales, con representación de entidades acogidas al Patronazgo del Santo: Ministerio de Fomento, Colegio Nacional de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Colegio Nacional de Administradores de Fincas, Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, Colegio Oficial de Gerontólogos, así como Cofradías.
Como conclusión del Jubileo, nuestro Obispo ha publicado una Carta Pastoral el pasado fin de semana, con el título tan sugestivo de Luz en el Camino, que por sus interesantes reflexiones, pongo a continuación.

Luz en el Camino.

Estamos ya en la recta final del Año Jubilar Calceatense. El día 12 de mayo con una solemne Eucaristía, presidida por Mons. Renzo Fratini, Nuncio de Su Santidad el Papa Benedicto XVI en España, se clausurará el Año Jubilar. Invito a todos los cristianos de Santo Domingo de la Calzada y de la Diócesis, a todos los sacerdotes, religiosos y consagrados a que os unáis a esa gran fiesta.
A lo largo de este Año Jubilar Dios ha derramado abundantemente su gracia. Nos ha hecho sentir la suave brisa de su ternura y misericordia, a quienes hemos peregrinado a la tumba del santo Calceatense. Han sido muchos los que han sentido el consuelo del perdón en el Sacramento de la Confesión, los que han descubierto que vale la pena gastar la vida amando apasionadamente al Señor, como lo han hecho los santos, los que se han sentido empujados a un mayor compromiso en favor de los pobres, tal como nos lo enseña santo Domingo de la Calzada, apóstol de la caridad, que supo atender a los peregrinos construyendo una calzada, un puente sobre el río Oja, que construyó un albergue para peregrinos y un hospital para los enfermos. Fue un verdadero modelo de caridad creativa en medio de una sociedad necesitada de signos que le acercasen a la luz del Señor.
Os invito a que os hagáis presentes en la Eucaristía de clausura del Año Jubilar. Será un momento hermoso en el que podremos visibilizar la comunión entre todos y con Cristo. Sabemos, aunque conviene recordarlo, que sólo se evangeliza desde la comunión entre nosotros, con la cabeza visible de la Iglesia que es el Papa y permaneciendo, por lo tanto, unidos a Cristo, el Hijo de Dios, principio y eje de toda verdadera evangelización. Sí, Cristo es quien fortalece nuestra fe, quien hace crecer en nosotros la esperanza y consolidad la caridad. Ya nos no dejó bien dicho: «sin mi no podéis nada».
Os invito también, y sobretodo, a que demos gracias al Señor por este Año Jubilar. La obra de Dios es siempre imperceptible a nuestros ojos. Pero Dios actúa y seguirá actuando en el corazón de quienes se acercan a Él con humildad. Sí, el Señor actúa y seguirá actuando a pesar de los fallos y deficiencias que tengamos nosotros, cristianos todos, llamados a ser sal de la tierra y luz del mundo; actúa y seguirá actuando a pesar de las limitaciones y fallos de los sacerdotes y de las personas consagradas, llamadas a ser trasparencias del amor misericordioso de Dios; actúa y seguirá actuando á a pesar del empeño de quienes quieren vivir a espaldas de Él ignorando su amor misericordioso y tratando de borrar sus huellas.
Doy las gracias muy cordialmente a todos los que han trabajado en la organización de este Año Jubilar. Particularmente al Cabildo Catedral y Parroquia, a la Cofradía del Santo y a todos los Calceatenses A los Organismos pastorales diocesanos a la Santa Sede, que benévolamente nos ha concedido las indulgencias particulares para el Año Jubilar, además del préstamo de varias obras de arte para la Exposición “Pecado, Penitencia y Perdón”, que tuvo lugar en el claustro de la Catedral. Mi gratitud también a las Autoridades Autonómicas de La Rioja y Municipales de Santo Domingo de la Calzada, lo mismo que a las demás Instituciones y Organismos colaboradores, el apoyo que nos están prestando para la restauración de edificios y obras de arte y para la buena organización de la infraestructura y servicio a los peregrinos, así como para la difusión y extensión cultural de todo lo relacionado con la figura y obra de Santo Domingo de la Calzada.
Pido al Señor que el testimonio de Santo Domingo de la Calzada siga iluminando el camino de nuestra peregrinación cotidiana hacia la casa del Padre. Y que en esta peregrinación llevemos como melodía de fondo las preciosas palabras del profeta: “Venid subamos al monte del Señor, a la casa de Dios. Él nos enseñará sus caminos y marcharemos por sus sendas. Venid, caminemos a la luz del Señor” (Is 2, 3.5).
Con mi afecto y bendición,

+ Juan José Omella Omella
Obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño

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