sábado, 12 de septiembre de 2009

Cáritas repartirá su fondo 'anticrisis' entre 50 de las familias riojanas más necesitadas.

El dinero recabado de curas y fieles se distribuirá como becas de formación de 400 euros durante tres meses.

El pasado mes de junio, la diócesis riojana dio un paso al frente contra la crisis creando a través de Cáritas un fondo propio para ayudar a los más castigados por la actual coyuntura económica. Gracias a la aportación de los sacerdotes -una de las dos pagas extra que reciben o el 10% del sueldo durante un año- la contribución de órdenes y congregaciones religiosas, el compromiso de parroquias, colegios católicos, movimientos y grupos apostólicos y los donativos de fieles particulares ese fondo 'anticrisis' de la Iglesia riojana ha tomado ya un notable volumen: 52.000 euros.
Los responsables de la iniciativa acaban de definir cómo se articulará esa ayuda. Será en forma de becas de formación de unos 400 euros mensuales que se prolongarán durante un trimestre y beneficiarán así a aproximadamente 50 familias riojanas sin recursos. Como explica el presidente de Cáritas-Rioja, Marcial Menchaca, serán las propias parroquias las que a través de sus equipos de atención primaria propongan a los potenciales receptores de esa ayuda. A continuación, un equipo evaluador determinará qué personas reúnen las condiciones de mayor necesidad para percibir este dinero que, según subraya Menchaca, está obligatoriamente vinculado a la adquisición de algunas destrezas profesionales que favorezcan la incorporación al mercado laboral. «La paga prevista no es ni mucho menos un regalo, sino un incentivo para que estas familias puedan a partir de ahí subsistir por sí mismas», matiza el responsable de Cáritas.
Flexibilidad
El otro pilar en el que se sustenta el proyecto apadrinado por el obispo Juan José Omella es Chavicar. Los talleres de formación que ofrece la fundación serán los canalizadores de las ayudas en Logroño. Una vez seleccionado el beneficiario, en función de su perfil personal y profesional podrá integrarse en alguna de las tres aulas de aprendizaje dirigidas por Chavicar: la de restauración de muebles y reciclaje de ropa que la entidad tiene organizadas desde hace años, y una nueva de soldadura implementada a la estela del fondo 'anticrisis' liderado por la diócesis.
El responsable de Cáritas destaca cómo cada caso se valorará individualmente para no fallar en el objetivo fijado: aplacar las dificultades de aquellos a quienes la crisis ha dejado en una situación extrema. Partiendo de esa premisa y según las circunstancias, se contemplará también la posibilidad de ampliar esa ayuda de 400 euros más allá de tres meses, permitir que se acojan a ella personas que reciben alguna prestación mínima pero aún así no pueden subsistir o prolongar la fase de aprendizaje hasta dar con un empleo estable. «Sobre el planteamiento general, será posible cierta flexibilidad», avanza Menchaca destacando cómo las parroquias, en su condición de cordón umbilical con los problemas de la gente en cada barrio, ejercerán como primer filtro.
Fuera de Logroño, las parroquias de cada municipio también jugarán un papel determinante y serán quienes deriven a los más necesitados a los talleres ocupacionales ubicados en las distintas cabeceras de comarca.

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